sábado, 27 de diciembre de 2014

Recomendaciones para terminar el año

   Estando ya en las proximidades del 2015, y en los últimos espasmos del 2014, les recomiendo las   siguientes conferencias del Padre Alfredo Saenz S. J.

  Estas tratan sobre la herejía arriana, y el mantenimiento de la ortodoxia católica, por parte de   grandes santos, como son, San Atanasio de Alejandría, o San Hilario de Poitiers.

La crisis que en la Iglesia generó el arrianismo, podría perfectamente compararse con la crisis que la herejía modernista produjo tras el Concilio Vaticano II. Tanto el arrianismo como el modernismo, corrompen a la Iglesia desde dentro, representa claramente al Anticristo.

 

        Parte 1: https://m.youtube.com/watch?v=XY78W7MmJUQ



        Parte 2: https://m.youtube.com/watch?v=mOKcH668F9M

sábado, 8 de noviembre de 2014

¿Qué debe hacer un tradicionalista ante el mundo moderno?


¿Qué debe hacer un tradicionalista ante el mundo moderno?


Esta pregunta se la hacen muchos, pero quizá no saben sacarle una respuesta definitiva a la cuestión.

Hoy, los tradicionalistas, vivimos rodeados de todo tipo de agasajos, lisonjeos y francachelas, que la modernidad ofrece a quienes deciden convertirse en sus esclavos, parciales o totales.

Por ejemplo, para mí personalmente, no tiene sentido que un tradicionalista, que se dice guardador de las mas sanas costumbres que otrora se observaron en la sociedad, esté dispuesto a aceptar los cánones de los nuevos medios de comunicación, véase televisión o internet. Es cierto que estos medios, si se usan correctamente, no son perjudiciales para la moral, por eso S. S. Pio XII, en su encíclica "Miranda Prorsus", decía que: "Los fieles, que conocen el inestimable don de la Redención, deben desplegar todo esfuerzo para que la Iglesia pueda valerse de los inventos técnicos y usarlos para la santificación de las almas."

Y en efecto, si la televisión y internet se usan para la santificación de las almas y para todo lo que esto envuelve, es laudable su servicio. Pero si los medios de comunicación, solo sirven pada dar rienda suelta a la inmoralidad mas absoluta, a la desinformación por principio, y a la vulgaridad por su propia imagen, son del todo despreciables para un auténtico católico.

Por otra parte existe la llamada "sociedad de consumo", en la cuál las personas encuentran todo lo que les es necesario y lo que no, con solo acercarse a un centro comercial. Pero, echemos la vista atrás, y meditemos, ¿acaso en los siglos pasados, una familia católica tenía que depender en su totalidad de un abastecimiento público de recursos comestibles? Si esto hubiese sido así, ¿para qué se inventaron las huertas o plantaciones familiares? ¿Por qué debemos depender de la nefasta ley de la oferta y la demanda? Es bien sabido que en el pasado, cualquier familia católica, se proveía de los recursos materiales básicos, pero, ¿de dónde lo hacía? Sin duda que de el monopolio comercial impuesto por el capitalismo, no. Y ¿por qué esto? Estas personas, sabían que si daban su dinero (si lo tenian), a un burgues comercial, lo más seguro, es que éste lo aprovechara para tareas o empresas, que no son acorde con la doctrina católica. Y en efecto, pensemos esto, ¿adonde va a parar el dinero que nosotros gastamos dia a dia en un centro comercial? Se ha comprobado, que hay empresas de este sector del comercio, que promocionan y financian conductas tan reprochables para un católico, como puede ser el aborto, el homosexualismo militante, o la simple blasfemia o ataque contra la Iglesia.

Siendo esto así, debemos hacernos la pregunta, ¿hasta cuándo nosotros seguiremos dependiendo totalmente, de los productos de un centro comercial? ¿Acaso no sería más conveniente y acorde con nuestra religión, el solo adquirir comestibles básicos? ¿Acaso no sería más idóneo el volver al consumo de productos, de huerta familiar?


Decía un intelectual colombiano, Nicolás Gómez Dávila, que: "La urbe moderna no es una ciudad, es una enfermedad." ¿Quién no está de acuerdo con esta afirmación? Porque, al menos, un católico que como tal se precie, debería reflexionar en serio sobre las anteriores palabras. Y, ¿qué le hace pensar a Gómez Dávila que la urbe moderna sea una enfermedad? Yo, no puedo saber a ciencia cierta que fue lo que le llevó a escribir estas palabras, pero hay algo que si sé , ¿es aceptable para un católico, que se vean a diario por las calles, conductas tan inmorales como la blasfemia, la lujuria, la vanagloria de el tecnicismo o simplemente, el ruido? ¿Que pueden significar para un católico los anteriores atentados contra la fe y la moral? ¿Por qué los católicos, aguantamos esto, permaneciendo en las ciudades? ¿No sería mas conveniente, el aislarnos de el mundo, para no tener que sufrir con esto? Sin duda que existen tradicionalistas que parecen contentos con el mundo, ya que aceptan esto, sin proponer ninguna alternativa a esta problemática, que yo tildaría de demoniaca.



De nuevo citamos a S.S. Pio XII : "La sociedad habla por así decir por el traje que ella lleva; por la vestimenta ella revela sus aspiraciones secretas y ella se sirve de los trajes, al menos en parte, para edificar o destruir su porvenir."

Pues bien, si lo que afirma Pio XII es cierto, ¿que porvenir le espera a una sociedad en la que las mujeres y los hombres se visten casi de igual modo? ¿Que futuro le espera a la modestia cristiana, si es que aún existe? ¿Que tiene que edificar esta sociedad igualitarista, sino la ciudad de Satanás? Es vergonzoso ver a personas que se dicen católicas o tradicionalistas, y visten como marca la dictadura de las modas. Resulta decepcionante ver a las damas católicas (si aún existen), vistiendo ropa propia de rameras, llevando esto a la pérdida de la modestia, y si mas cabe, un ataque a la castidad (pecado mortal). Y en los varones que se dicen católicos, parece apreciarse su desprecio por el buen vestir, propio de la elegancia cristiana, y en cambio estos, aceptan para sí modas inspiradas en esta corriente que se ha venido en llamar "hippie". Y para esta degradación de las vestiduras, se pone como excusa la comodidad. Pero parece ser que la comodidad desemboca en la propia deshonestidad, y atenta contra la búsqueda de la perfección cristiana.


El profesor e intelectual católico brasileño, Plinio Correa de Oliveira, decía lo siguiente:

"Los sonidos de las inmensas babeles modernas, el ruido de las máquinas, el tropel y las voces de los hombres que se afanan en pos del oro y de los placeres – de estos hombres que ya no saben andar sino correr; que no saben trabajar sin extenuarse, que no consiguen dormir sin calmantes, ni divertirse sin excitantes; cuya carcajada es un rictus frenético y triste; que ya no saben apreciar las armonías de la verdadera música, sino sólo las cacofonías del jazz; todo esto es la excitación en el desorden de una sociedad que sólo encontrará la verdadera paz cuando haya encontrado al verdadero Dios."

Las anteriores palabras de Correa de Oliveira, parecen resumir lo dicho por mí hasta ahora, pero parece que se me escapa algo. Y es el gusto por la música, por la buena música. ¿Y esque acaso, la música, no juega un papel similar a la forma de vestir, para saber definir las características propias de la moral de una sociedad? Los hechos, parecen darme la razón. Cuanto mas parece desviado el gusto por la buena música, más se inmoralizan los comportamientos humanos.


Y bien, si vemos que en la actualidad, se consolidan todas las problemáticas, que precedentemente he descrito, ¿por qué no hacemos ya algo? ¿Por qué no dejamos de estar bien con el mundo moderno y empezamos a reconstruir la sociedad cristiana? ¿Por qué no damos el espaldarazo final a esta sociedad degenerada?

En mi opinión, se debe empezar a hacer algo, se debe empezar a crear un exilio de la modernidad, que permita volver a reconstruir la sociedad cristiana, sin influencia ninguna de el mundo moderno.

Se debe empezar por crear una atmósfera de catolicidad, solventando los dilemas sórdidos, a los que anteriormente me referí.
Hay que volver a retomar hábitos tan sanos como, la decencia en público, la modestia en el vestir y el gusto por la buena música.

Es imposible volver a la sociedad cristiana, estando mezclados con el influjo de la modernidad. Es cosa utópica alcanzar la perfección, si seguimos ligados al vicio.

viernes, 10 de octubre de 2014

Sobre la legitimidad de ejercicio.

En las entradas anteriores, tocábamos el argumento relacionado a la legitimidad de origen ( llamada por Santo Tomás, de adquisición), una de las dos legitimidades necesarias, que debe poseer el príncipe que quiera probar sus derechos al Trono de las Españas. En esta entrada trataré de disertar sobre la legitimidad de ejercicio ( también llamada por Santo Tomás, de administración).

Como señala Fernando Polo, en su obra "¿Quién es el Rey?", el término "legitimidad de ejercicio"
no debe ser el que se utilice en este caso y mas bien se emplee el de "legitimidad en el ejercicio" para referirnos a la licitud en su manera de gobernar, ya que el monarca gobernará bien, es decir ejercerá bien su misión, si se adecua a lo que el pueblo le demanda y Dios y el derecho positivo le permiten. Esto nos recuerda a aquella frase de San Isidoro de Sevilla en la que nos dice; "Rex eris si recte facias, si non facias, non eris", lo que en castellano viene a ser; "rey serás si actúas rectamente, si no actúas así, no lo serás". Por lo cuál, el término "legitimidad  de ejercicio" solo nos viene a afirmar que el ejercicio de el poder real es legítimo, por consiguiente, aquí ya se nos presenta  un error entre el ejercicio legítimo del poder real y la licitud en la manera de gobernar de un monarca.

Veámos ahora un par de ejemplos en la historia, que ilustran lo que anteriormente expongo.


Entre 1863 y 1868, el segundo de los hijos de Carlos V, Juan III de Borbon, Conde Montizón, que había asumido la Corona tras la abdicación y muerte de su hermano mayor, Carlos VI, cae en causa de exclusión de sus derechos, malogrando su legitimidad de ejercicio y adoptando posturas liberales, ocasionando esto por ejemplo, el reconocimiento de la rama usurpadora, por parte de Don Juan. Esto hace que su "madrastra", la Reina Viuda María Teresa de Braganza, lanze un manifiesto a los carlistas, el 25 de Septiembre de 1864, declarando la ilegitimidad de Don Juan, y proclamando Rey a su hijo, el Príncipe Don Carlos. Un sector amplio del Carlismo, apoyó el manifiesto de la Infanta María Teresa, reconociendo como Rey legítimo a Carlos de Borbón y Austria-Este, primer hijo varón de Don Juan, como Carlos VII. Otro sector del Carlismo, encabezado por Ramón Cabrera, al igual que el Conde de Chambord, siguen reconociendo como rey a Don Juan, hasta que abdica en el Príncipe Don Carlos el 3 de Octubre de 1868.

Otro ejemplo de esto, bien conocido por los carlistas, es el caso del Príncipe Carlos Hugo de Borbón, quien en teoría debería haber sucedido a su padre el Rey Don Javier, pero al final las cirscunstancias no se dieron favorables, para que la sucesión transcurriera de manera usual.
A partir de los 60, se iniciaron una serie de sucesos, que llevarían a sostener por parte de Príncipe Carlos Hugo, posturas alejadas del ideario tradicional del carlismo. El Príncipe Carlos Hugo, sostiene  que el carlismo, debe adoptar para los tiempos venideros, tesis y posiciones como por ejemplo son: el utópico "socialismo autogestionario", el laicismo y la libertad religiosa, el reconocimiento y colaboración con los usurpadores de la Corona, entre otras. Este hecho enfrenta a la Familia Real, de una parte están la Reina Doña Magdalena, el Infante Don Sixto Enrique y la Infanta Doña Francisca, que defienden la Tradición, y por otra Carlos Hugo y sus hermanas, María Teresa, María Cecilia y María de las Nieves, optan por transigir con la Revolución. Don Javier, convaleciente ya a estas alturas, es manejado de una manera mezquina por Carlos Hugo, obligándole este por ejemplo, a firmar documentos que suponían la destrucción del carlismo. En esta situación, Doña Magdalena y Don Sixto actúan como verdaderos próceres de la Comunión Tradicionalista. En 1976, Don Sixto lanza el Manifiesto de Irache, y a partir de este momento, se pone al frente de la Comunión.
Aquí ya es evidente la pérdida de legitimidad de ejercicio de Carlos Hugo, y su exclusión del orden sucesorio.

Otro parecer que debe quedar patente, es que, si un príncipe pierde su legitimidad de ejercicio, conserva de todas maneras su legitimidad de origen, excepto que se dé el siguiente caso: el príncipe que usurpe una dignidad o título que por derecho, no le corresponde, cae en la pérdida de la legitimidad de origen temporalmente. Esta pérdida de la legitimidad de origen, incurre en la exclusión de dicho príncipe y de sus descendientes del orden sucesorio. Su legitimidad de origen, solo puede recuperarse, sí reconoce solemne y verdaderamente al Rey legítimo. Así por ejemplo, los descendientes de la Infanta María Luisa Isabel (llamada por algunos Isabel II de España), han perdido tanto su legitimidad de origen como la de ejercicio, por causa de una usurpación continuada y reiterativa.

Visto esto, quedan obvias las siguientes afirmaciones;

- La legitimidad de origen es suprapersonal y dinástica, es decir, la legitimidad de origen no solo condiciona al príncipe, sino que también condiciona a sus descendientes.

- La legitimidad de ejercicio es propia y única del príncipe, no afecta en principio a sus descendientes.


Resuelta esta cuestión, debemos dejar claro para la posteridad, que la legitimidad de origen condiciona mucho más si cabe, que la legitimidad de ejercicio, ya que un príncipe que no tenga la de origen, obre como obre, nunca podrá autoafirmar su legitimidad, excepto si la rama legítima se ha extinguido por completo, o si dicha rama ha desistido definitivamente de sus derechos. La legitimidad de origen no es simplemente la genealogía de un príncipe, sino la reivindicación por títulos o dignidades reales, de sus derechos al trono.

Como diría Fernando Polo y Peyrolon: "La legitimidad de origen envuelve la presunción de la de ejercicio. Quien tiene títulos para ejercer el Poder gobernará bien, y mal quien carece de ellos".





jueves, 3 de julio de 2014

De la Casa de Borbón, jefatura, ramas y otras entretelas.




La Casa de Borbón a lo largo de su historia, ha sufrido varios y constantes cambios y veleidades.

La Casa de Borbón tiene su origen en Hugo Capeto, Duque de París, fundador del linaje capeto y elegido Rey de Francia en extrañas circunstancias, porque según los historiadores, no se sabe como y donde fue coronado este primer capeto, aunque esto ahora no nos interesa para el tema que tratamos.

La Casa de Borbón es solo una de las muchas ramas que pertenecen a la Dinastía Capeta. El fundador de esta rama fue Roberto de Clermont, cuyo hijo Luis I de Borbón, fue el primer Duque de Borbón. 

De Luis I pasamos a unos de sus vástagos, Enrique I, Duque de Borbón, que fue el primer Rey de Francia perteneciente a la Casa de Borbón, coronado como Enrique IV de Francia y III de Navarra. 

A Enrique IV lo sucedió en el trono francés  su hijo, Luis XIII y a este Luis XIV.  En estos dos últimos reyes se originan los numerosos Borbones de nuestros días, con sus correspondientes ramas. 

En España, el primer rey Borbón fue Felipe V, nieto de Luis XIV. Este sucedió en la Corona de las Españas por testamento de su tío Carlos II, último rey Habsburgo de las Españas. De Felipe V y su descendencia se originan las tres ramas españolas de la Casa de Borbón: Borbón, Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma. 

En Francia, el último varón descendiente de Luis XIV, Enrique de Borbón, conocido como Conde de Chambord (Enrique V de Francia), murió en 1883 sin descendencia alguna. En este príncipe se termina la rama mayor de los Borbones en Francia. Por otro lado están los Orleans, rama menor, descendientes de el segundo hijo de Luis XIII de Francia, Felipe de Borbón, Duque de Orleans. 



Después de haber resumido muy brevemente el origen y posterior desarrollo de la Casa de Borbón, vamos a analizar la situación actual de la Casa de Borbón, desde una perspectiva histórica. 

A la muerte de Enrique de Borbón, Conde de Chambord, se agota la rama francesa de los Borbones, que es la rama mayor y en cuyos Reyes ha estado la Jefatura de la Casa de Borbón. Con la muerte de este, se presenta un dilema que traerá un desconcierto enorme a esta Real Casa. Por una parte, los Orleans, creen que les pertenece a ellos tanto la Jefatura de la Casa de Borbón, como los derechos dinásticos al trono de Francia. Pero esta no es la única rama descendiente de Luis XIV, que pretende la Jefatura de la Casa de Borbón. 

Por otra parte se encuentran los Borbones españoles, que apelan a sus derechos a la Jefatura de la Casa, por ser los descendientes mas próximos a Luis XIV, ya que los Orleans descienden de Luis XIII. Aquí esta el meollo de la cuestión, ¿ Borbones españoles, o Orleans franceses, quienes son los primogénitos de la Casa de Borbón? Es bien sabido que Felipe V, renunció por sí y sus descendientes al trono de Francia, aunque algunos expertos en el tema dicen que un príncipe solo puede renunciar por sí mismo y no por sus descendientes. A esta renuncia se acogen los Orleans, atribuyéndose con todo derecho, los honores que le corresponden al primogénito de la Casa de Borbón. 

A lo largo del tiempo, la postura que hasta la actualidad mantienen los Orleans, es claramente equivocada. 

Cuando muere el Conde de Chambord, en España no marchan las cosas demasiado bien, 

Muere Fernando VII sin descendencia masculina aunque si con dos hijas. Según el Auto Acordado de 1713, si un rey muere y no tiene descendencia varonil, le corresponde suceder en el trono a su hermano varón mas cercano, respecto a la antigüedad. 

En este caso, el hermano de Fernando VII es el Infante Carlos Maria Isidro de Borbón (proclamado mas tarde Carlos V). Pero en la villa y corte de Madrid las cosas no se dan como al Infante le gustaran. Un grupo de liberales cercanos a Fernando VII y a su consorte María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, mediante una serie de golpes y golpecillos de Estado o mas bien, de Corte, proclaman a la hija mayor de Fernando VII, la Infanta Maria Luisa Isabel, primero como Princesa de Asturias y posteriormente a la muerte de Fernando VII, Reina de las Españas (Isabel "II") títulos que según el Auto Acordado no le corresponden. Aquí se inicia un conflicto dinástico no resuelto a dia de hoy, ya que los descendientes de Isabel "II" siguen en su terca y obstinada usurpación del trono. 

Volviendo a la cuestión de la Jefatura de la Casa de Borbón, a la muerte de el Conde de Chambord, el legítimo varón primogénito de la Casa de Borbón es sin duda alguna, Juan de Borbón y Braganza, (Juan III de las Españas), hijo de Carlos V, y poco después, debido a su defección, le sucede su hijo mayor, el Príncipe de Asturias, Carlos de Borbón y Austria-Este (Carlos VII de las Españas). Fue Carlos VII quien de verdad ostentó la Jefatura de la Casa de Borbón, poseyendo derechos eventuales al trono francés, y siendo el primogénito de los Borbones. Pero por supuesto, Carlos VII, sabía que tenía una obligación con las Españas y por esto mismo nunca se consideró Rey de Francia, aunque si Jefe de la Casa Real de Francia o Casa de Borbón. Esto es lo que no aceptan los Orleans, que pueden ser los legítimos Reyes de Francia, pero ni han sido ni son a dia de hoy,  los Jefes de la Casa de Borbón. 

A continuación, reproducimos textualmente una carta de Carlos VII, dirigida a Luis Felipe de Orleans, Conde de París, reprochándole el uso indebido de las tres flores de lis en sus armas personales, privilegio que solo corresponde al Jefe de la Casa de Borbón:


" Querido Primo: Muchos amigos míos me habian advertido que V.A.R. usaba las armas  
  llanas de los Borbones. Parecióme el hecho inverosímil, pero he visto documentos 
  públicos que prueban su exactitud.  V.A.R. ha debido equivocarse. 

  Francia tomó prestadas las flores de lis a los primogénitos de nuestra familia, a los
  descendientes de Hugo Capeto, sucediéndose de varón en varón por orden de               
  primogenitura. 

  En virtud de esta ley, según las reglas del blasón, soy yo, primogénito de los 
  Borbones, Jefe de Nombre y de Armas de la raza de Hugo Capeto, de San Luis y de 
  Luis XIV; y por mí, mi hijo y mi hermano, tenemos el derecho de llevar en el escudo 
  real tres flores de lis de oro en campo azul sin brisura. 

  Esas flores de lis, colocadas en medio de las armas de España, son hoy el símbolo de 
  los derechos de nuestra familia, reservadas por mí para los Borbones, lo mismo que
  para los Orleans.

  En cualquier terreno que os coloquéis, no tenéis, por lo tanto derecho a llevar las 
  flores de lis sin brisura. 

  Rogando a Dios que os tenga en su santa guarda, soy vuestro afectísimo primo, "
     
                                                                               Carlos
    Venecia, 23 de Mayo de 1892.


  Esta carta ha sido sacada de el libro; "Escritos Políticos de Carlos VII", de Melchor 
  Ferrer.


En esta carta, Carlos VII deja claro que es el primogénito de los Borbones y por tanto, Jefe de la Casa Real de Francia o de Borbón. Carlos VII tampoco se proclama Rey de Francia aunque hace explícita reserva de sus derechos. 

A la muerte de Carlos VII le sucede su hijo, Jaime de Borbón (Jaime III de las Españas). 
Don Jaime muere soltero y por tanto sin descendencia, por lo cual le sucede su tío, el Infante Alfonso Carlos de Borbón (auténtico Alfonso XII). Don Alfonso Carlos muere sin descendencia y con él, se extingue la rama mayor de los Borbones españoles. Alfonso Carlos antes de su muerte, nombra sucesor suyo a título de Regente a su sobrino, el príncipe Javier de Borbón-Parma y Braganza, debido a que en la rama de Borbón-Dos Sicilias, no queda ningún "príncipe" que reconozca a la Dinastía Legítima. 
Javier de Borbón-Parma es proclamado Rey Javier I de las Españas en 1952, además de ser Rey de las Dos Sicilias, Jefe de la Casa de Borbón y posteriormente, Duque de Parma a la muerte de su hermanastro, Roberto II. 
A partir de este momento, Javier I y su descendencia, deben llevar el apellido Borbón y no el de Borbón-Parma, porque pasan a ser la rama mayor de los Borbones, habiendo excluido a los "Borbón-Dos Sicilias" y a la rama isabelina usurpadora. 

A Javier I le debería suceder su hijo mayor, el Príncipe de Asturias Carlos Hugo de Borbón, pero por una desdichada defección en sus derechos, le sucede en 1976, el segundo hijo varón de Javier I, el Infante Sixto Enrique de Borbón a título de Regente y Abanderado de la Tradición.

Actualmente el Infante Don Sixto de Borbón, es sin duda alguna el Borbón primogénito de la Dinastía, recayendo en su persona la Jefatura de la Casa de Borbón y la Regencia de los Reinos, Estados y Señorios de las Españas. 

Por otra parte los Orleans, poseen derechos dinásticos a el Trono de Francia, serían los  reyes legítimos de Francia, pero aún no les corresponde la Jefatura de la Casa Real de Francia o de Borbón. 

  Y ahora, ¿que sucede con las ramas menores de la Casa de Borbón? ¿Con los Borbón-Dos Sicilias y con los Borbón-Parma? La jefatura de estas dos ramas menores se unió en la persona de Javier I y sigue unida en la de su legítimo sucesor, Sixto Enrique de Borbón.

Aunque hoy por desgracia, vemos que hay "príncipes" que pretenden darse el derecho de ejercer la jefatura de dichas ramas menores e incluso de la rama mayor. 

Por hay está un tal Luis Alfonso de "Borbón", que se pretende, Luis XX de Francia, por hay pulula un tal Felipe de "Borbón", que se pretende Felipe VI de España, por hay anda un tal Carlos de Borbón-Dos Sicilias, que se pretende Rey Legítimo de las Dos Sicilias y Duque de Calabria, por hay ronda un tal Carlos Javier de "Borbón-Parma", que se pretende Rey Carlos Javier II de España y Duque de Parma. 

En definitiva apreciados lectores, no se dejen seducir por las informaciones que sobre este tema, vagan y zascandillean por diferentes medios que solo crean confusión en las mentes de las personas que les leen o les escuchan. 

Por último, quiero de nuevo volverles a recomendar el libro escrito por el Lic. Fernando Polo y Peyrolón, titulado "¿Quien es el Rey?", en cuyos capítulos, IX, XI, XII, XIII y XIV, trata mas ampliamente el tema de la Casa de Borbón, sus ramas y Jefatura, el escrito de un servidor, solo ha sido una breve y sencilla pincelada para aclarar ciertos malentendidos.

viernes, 16 de mayo de 2014

Sobre la Línea de Sucesión


Como ya dije en entradas anteriores, a continuación les voy a detallar lo que sería una breve pincelada sobre la línea de sucesión a la Corona Española, las personas con derechos eventuales a ella y los herederos presuntos mas próximos por genealogía, al actual depositario de los derechos de la legitimidad española, el Duque de Aranjuez Don Sixto de Borbón.

Aviso que en la presente línea de sucesión, han sido excluidos un número considerable de príncipes y princesas por sus matrimonios desiguales, causa evidente de exclusión.

También en esta lista se han incluido varios príncipes que ya sea de manera directa o indirecta han reconocido a la rama usurpadora de la Corona, por lo que en principio les sobreviene una causa de exclusión.

Todos los príncipes que se nombran a continuación, practican la Fe Católica, Apostólica y Romana.

Para evitar cualquier malentendido o contratiempo, anticipo que la siguiente línea de sucesión NO TIENE NINGÚN CARACTER OFICIAL, únicamente es el producto de el estudio sobre este tema de un servidor.

Sin mas dilación paso a exponerles la línea sucesoria.


DESCENDIENTES DE S.M. EL REY JAVIER I:


1;Actual Titular: Sixto Enrique de Borbón y Borbón, Infante Regente, (n. 1940), hijo de Javier I, soltero.

2: Maria Francisca de Borbón y Borbón, Infanta de España, (n. 1928), hermana del anterior, casada con el Príncipe Eduardo de Lobkowicz, (casa mediatizada).

3: Príncipe Carlos Enrique de Lobkowicz y Borbón, (n. 1964) hijo de la anterior, soltero.


DESCENDIENTES DE ZITA DE BORBÓN, HERMANA DE JAVIER I, CASADA CON CARLOS I, ÚLTIMO EMPERADOR DE AUSTRIA Y REY DE HUNGRIA.


-Descendientes de Roberto de Habsburgo-Lorena y Borbón, hijo de Zita de Borbón:

4: Lorenzo de Habsburgo-Lorena, Duque de Módena, (n. 1955), hijo de Roberto de Habsburgo-Lorena, casado con Astrid de Bélgica.

5: Amadeo de Habsburgo-Lorena y Bélgica, (n. 1986), hijo del anterior.

6: Joaquín de Habsburgo-Lorena y Bélgica, (n. 1991), hermano del anterior.

7: Gerardo de Habsburgo-Lorena, (n.1957), hijo de Roberto Habsburgo-Lorena, hermano del 4, soltero.

8: Martín de Habsburgo-Lorena, (n. 1959), hijo de Roberto de Habsburgo Lorena, hermano del anterior, casado con Catalina de Isenburg, (casa mediatizada).

9: Bartolomé de Habsburgo-Lorena y Isenburg, (n. 2006), hijo del anterior.

10: Manuel de Habsburgo-Lorena y Isenburg, (n. 2008), hermano del anterior.

11: Luis de Habsburgo-Lorena y Isenburg, (n. 2011), hermano del anterior


-Descendientes de Carlos Luis de Habsburgo-Lorena y Borbón, hijo de Zita de Borbón.

12: Christián Carlos de Habsburgo-Lorena, (n. 1954), hijo de Carlos Luis de Habsburgo-Lorena, casado con el número 14 de esta lista.

13: Alejandro de Habsburgo-Lorena y Luxemburgo, (n. 1990), hijo del anterior.


DESCENDIENTES POR LÍNEA DE HEMBRA, DE FÉLIX DE BORBON, HERMANO DE JAVIER I:


14: María Astrid de Luxemburgo, (n. 1954), casada con el número 12 de esta lista, nieta de Félix de Borbón.

15: Margaríta de Luxemburgo, (n. 1957), hermana de la anterior, casada con el número 49 de esta lista.

16: José Emmanuel de Liechtenstein y Luxemburgo, (n. 1989), hijo de la anterior.

17: Alicia de Luxemburgo (n. 1929), hija de Félix de Borbón, casada con Antonio de Ligne.

18: Miguel de Ligne y Luxemburgo, Príncipe de Ligne, (n. 1951), hijo de la anterior, casado con el número 40 de esta lista.

19: Enrique Antonio de Ligne y Orleans-Braganza, (n. 1989), hijo del anterior, Príncipe Heredero de Ligne.

20: Cristina de Ligne y Luxemburgo, (n. 1955), hija de Alicia de Luxemburgo y de Antonio de Ligne, casada con el número 39 de esta lista.

21: Rafael de Orleans-Braganza y Ligne, (n. 1986), hijo de la anterior.

HEMBRAS DESCENDIENTES DE ZITA DE BORBÓN, HERMANA DE JAVIER I:


-Hembras descendientes de Roberto de Habsburgo-Lorena, hijo de Zita de Borbón:

22: María Laura de Habsburgo-Lorena y Bélgica, (n. 1988), hija del número 4 de esta lista.

23: Luisa María de Habsburgo-Lorena y Bélgica, (n. 1995), hermana de la anterior.

24: Leticia María de Habsburgo-Lorena y Bélgica, (n. 2003), hermana de la anterior.

25: Elena de Habsburgo-Lorena y Isenburg, (n. 2009), hija del número 8 de esta lista.

-Hembras descendientes de Carlos Luis de Habsburgo-Lorena y Borbón, hijo de Zita de Borbón.

26: María Cristina de Habsburgo-Lorena y Luxemburgo, (n. 1983), hija del número 12 de esta lista, casada con el Conde Rodolfo de Limburg-Styrum, (casa mediatizada).

27: Leopoldo de Limburg-Styrum y Habsburgo-Lorena, (n. 2011), hijo de la anterior.

28: Gabriela de Habsburgo-Lorena y Luxemburgo, (n. 1994), hija del número 12 de esta lista.

-HEMBRAS DESCENDIENTES DE HIJAS Y NIETAS DE FÉLIX DE BORBÓN, HERMANO DE JAVIER I.

29: María Anunciada de Liechtenstein y Luxemburgo, (n. 1985), hija del número 15 de esta lista.

30: María Astrid de Liechtenstein y Luxemburgo, (n. 1987), hermana de la anterior.

31: Alicia de Ligne y Luxemburgo, (n. 1984), hija del número 18 de esta lista.

32: Amelia Fátima de Orleans-Braganza y Ligne, (n. 1984), hija del número 20 de esta lista.

33: María Gabriela de Orleans-Braganza y Ligne, (n. 1989), hermana de la anterior.

DESCENDIENTES POR LÍNEA DE HEMBRA DE CARLOS IV, (Infanta Carlota Joaquina de Borbón, hija de Carlos IV):


34: Duarte Pio de Braganza, Duque de Braganza (n. 1945), (su sucesión está excluida por ahora, a causa de su matrimonio quasi morganático).

35: Miguel de Braganza, Duque de Viseu, (n. 1946), hermano del anterior, está soltero.

36: Enrique de Braganza, Duque de Coímbra, (n. 1949), hermano del anterior, está soltero.

37: Luis de Orleans-Braganza y Baviera, (n. 1938), Jefe de la Casa Imperial del Brasil, soltero.

38: Bernardo de Orleans-Braganza y Baviera, (n. 1941), hermano del anterior, soltero.

39: Antonio de Orleans-Braganza y Baviera, (n. 1950), hermano del anterior, casado con el número 20 de esta lista.

40: Leonor de Orleans-Braganza y Baviera, (n. 1953), hermana del anterior y casada con el número 18 de esta lista.

41: Alejandro de Sajonia, Margrave de Meissen, Jefe de la Casa de Wettin, (n. 1954), casado con Gisela de Baviera.

42: Jorge Felipe de Sajonia y Baviera, Príncipe Heredero, (n. 1988), hijo del anterior.

42: Mauricio Gabriel de Sajonia y Baviera, (n. 1989), hermano del anterior.

43: Pablo Clemente de Sajonia y Baviera, (n. 1993), hermano del anterior.

44: Juan Adán II de Liechtenstein, Príncipe Soberano de Liechtenstein, (n. 1945).

45: Luis de Liechtenstein, Príncipe Heredero de Liechtenstein, (n. 1968), casado con Sofia de Baviera (heredera presunta de los derechos jacobitas a los Tronos de Inglaterra, Escocia y Irlanda).

46: José Wenceslao de Liechtenstein y Baviera, (n. 1995), hijo del anterior.

47: Jorge Antonio de Liechtenstein y Baviera, (n. 1999), hermano del anterior.

48: Nicolás Sebastián de Liechtenstein y Baviera, (n. 2000), hermano del anterior.

49: Nicolás Fernando de Liechtenstein, (n. 1947), hermano de Juan Adán II. Está casado con el número 15 de esta lista.

50: María Carolina de Liechtenstein y Baviera, (n. 1996), hija del número 45 de esta lista.



-Felipe V, en la Ley Semisálica o Auto Acordado de 1713, dispuso que a falta de sucesores suyos tanto por línea de varón como de hembra, pasara a suceder la Casa de Saboya.


CASA DE SABOYA:


51: Amadeo de Saboya, V Duque de Aosta, (n. 1943), (puede haber caído en exclusión por haber casado en segundas nupcias en un matrimonio morganático), en primeras nupcias casó con Claudia de Orleans.

52: Aimón de Saboya y Orleans, Duque de Apulia, (n. 1967), hijo del anterior, casó con Olga de Grecia y Dinamarca.

53: Humberto de Saboya y Grecia, (n. 2009), hijo del anterior.

54: Amadeo Miguel de Saboya y Grecia, (n. 2011), hermano del anterior.

55: Isabella de Saboya y Grecia, (n. 2012), hermana del anterior.

Aclaraciones varias:
-El apellido, "de Luxemburgo" muy frecuente en esta línea, también debe interpretarse como; Nassau-Weilburg y Borbón-Parma.
-El apellido, "de Baviera", también debe interpretarse como Wittelsbach.

viernes, 4 de abril de 2014

Sobre la sucesión del Duque Aranjuez

Desde hace ya tiempo, se oyen por lo que podemos denominar "ambiente tradicionalista",
comentarios que a mí francamente me dejan perplejo. En estas disquisiciones, se proponen una serie
de soluciones al "problema sucesorio" de El Abanderado (que para mi personalmente es inexistente),
tales como, la monarquia electiva, la elección de un noble, algunos han llegado incluso a murmurar sobre posibles experimentos republicanos y otros dicen que cuando fallezca Don Sixto, la Comunión
Tradicionalista esta destinada al tronovacantismo y por consiguiente a su desaparición....
Nada mas lejos de la realidad estimados lectores.

 La sucesión a la Corona Española, que marca la Ley Semisálica de 1713 , está por ahora asegurada.
Quizá lo esté más afianzada por la legitimidad de origen que por la de ejercicio aunque eso a mi humilde jucicio puede tener solución. Aún no se ha proclamado oficialmente un heredero a la Regencia de el Duque de Aranjuez, pero esto no quiere decir que haya, "herederos presuntos", que son reglados por la ya mencionada ley.

Viendo el horizonte sucesorio que se lleva efectuando desde que el exprincipe Carlos Hugo muriera en 2010, en el que el Duque de Aranjuez, envió una carta a sus sobrinos los "principes" Carlos Javier y Jaime de Borbón-Parma, exponiendoles la necesidad de que abandonaran las posturas que habia tenido su padre desde mediados de los años 70 del siglo pasado. Esto pasaba por reconocer los principios innegables de la Tradición Española, que SM el Rey Alfonso Carlos en su dia expuso en el decreto por el que nombraba a su sobrino Javier de Borbón-Parma como Regente (futuro Rey Javier I), y que el exprincipe Carlos Hugo traicionó de una manera claramente abyecta y pusilánime.

Los nombrados "príncipes" siguen a dia de hoy sin dar una respuesta pública a las peticiones de su tio, el Duque de Aranjuez, y esto señala que los principes no abandonarán sus equivocadas posturas.

Viendo también que los mencionados "príncipes" han contraido matrimonio morganático, les es claramente imposible entrar a suceder para sí y sus descendientes.

Aquí viene el "problema" que repito, para mi no lo es. A partir de lo que he expuesto en las anteriores lineas, ya se dejarian desplazados de la sucesión a los descendientes de el expríncipe Carlos Hugo.

Les voy a dejar con algunos interrogantes, que seguramente podran aclarar en el libro que les recomiendo a continuación; Quien es el Rey, de Fernando Polo y Peyrolón.

http://carlismo.net/librosElectronicos/QuienEsElRey.pdf

He de avisar que este libro es una edición antigua, y no contiene datos actualizados a dia de hoy, aunque en principio sirve para esclarecer muchos interrogantes como he dicho antes.

En próximas entradas, detallaremos la hipotética linea de sucesión, que seguiria al Duque de Aranjuez, Don Sixto de Borbón, (hipotética, pero encauzada por las disposiciones de la Ley Semisálica de 1713).




martes, 11 de febrero de 2014

Presentación




Con esta primera entrada, pretendo dejar claro la actividad que realizare en esta bitácora.

Aconsejo a todo aquel que no se sienta representado con lo que encarna lo que voy a defender, que no pierda tiempo y se salga cuanto antes.

No me siento identificado con ninguna ideología, de esas que se llaman "izquierdas y derechas", ya que el primer ideólogo fue Satanás.

Tampoco me siento para nada identificado con los típicos apelativos de "fascista" o "facha", con los que muchos me tildarán. 

Yo defiendo algo mucho mas profundo, algo mas que una mera ideología residual y típica de estos tiempos dominados por este vasto movimiento de apostasia (como lo llamó Belloc), que es el modernismo.

Defiendo algo que se relaciona con el origen mismo del hombre, con sus raices y su cultura, con su credo y sus valores y principios morales.

A esto lo llamo Tradición.

Algunos consideran que el origen del tradicionalismo en España, esta en el siglo XIX, pero no es así. 

La Tradición, existe desde el mismo dia en que surgieron los primeros rasgos que definen a la Hispania, a la Hispanidad.

La Tradición, podriamos decir que si se empezó a defender con mas ahinco, fervor, entrega y entusiasmo, desde el mismo dia en que el enemigo penetró en las tierras de España.

Ahi tenemos de ejemplo, la Guerra de la Independencia contra Napoleón, la lucha de los realistas contra eso que llamaron "Constitución de Cadiz de 1812" o la "Pepa".  Fue en este mismo momento
cuando los españoles, que aún sabian y comprendian que era ser de verdad español, sin complejos y enrevesamientos, alzaron la bandera contra los funestos planteamientos de esa corriente, que surgió en la Revolución Francesa que se llamó "Liberalismo". El liberalismo podriamos definirlo como la terminación impudica y adúltera de la Ilustración. Corrompe al hombre y liquida el orden natural. 

Fue en 1833 cuando murió Fernando VII y con el murió un tiempo lleno de confusión y repetidos contratiempos en España.

Fue en 1833 también, cuando su hermano el Infante Don Carlos, recibe la transmisión de los derechos al Trono de España.

Fue en 1833 cuando el liberalismo tomó definitivamente las riendas de el gobierno en España.

Al morir Fernando VII y según dictaba el Auto Acordado de 1713, (firmado y redactado por S.C.M
Felipe V y las Cortes de la Monarquia), al no tener el Rey descendientes varones, pasaba a heredar el hermano varón, de mayor edad del Rey que acaba de morir. Pero esta regla, fuera como fuera se relegó a un segundo plano, y fue el mismo liberalismo el que la relegó, a través de una maniobra politica sucia y llena de cochambrosos tejemanejes. Esta maniobra dió como resultado el que esperaban sus ejecutores, destronar al Rey Legítimo y entronizar a la hija de Fernando VII, la Infanta Isabel que no tenia los derechos dinásticos para ocupar tal cargo. Aqui empezó para España, el periodo aún inacabado de la usurpación de el Trono.

Fue por esto, por lo que los españoles que verdad querian a España tal y como lo fue en las épocas de sus antepasados, por lo que decidieron dar su apoyo a el Rey Legítimo. 
Con esto, también mostraban su sustentación a la Tradición 

Este movimiento que defendió y defiende como en aquellos dias a la Tradición Española, se le llama Carlismo, porque fue el Rey Carlos V (El Infante Don Carlos) su máximo prototipo. 
Por esto, entendemos que el Carlismo no es una ideología, ni tampoco una mera defensa de unos derechos dinásticos a un Trono. 

Por tanto, el Carlismo defiende, representa y no olvida a la Tradición en ninguno de sus factores, tanto terrenales como espirituales. 


Aqui concluyo esta primera entrada, deseando haber dejado claro, sobre lo que escribiré en esta bitàcora, a lo largo de su existencia en la red.